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La lección Preceptos generales frecuentes en los viajes
Cuando se van a dormir, los viajeros en el campo deben apagar los fuegos que encienden, sobre todo en invierno, en especial en las tiendas y similares.
Abu Musa Al Ash’ari, que Al-lah esté complacido con él, relató que una casa en Medina se incendió de noche con sus habitantes adentro. Le contaron eso al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y él dijo: “Este fuego es un enemigo. Si se van a dormir, apáguenlo” (Al Bujari 6294, Muslim 2016). En otro hadiz dice: “No dejen fuegos encendidos en sus casas al dormir” (Al Bujari 6293, Muslim 2015); y en otro dice: “… pues el ratón puede encender una mecha y quemar a los habitantes de una casa” (Al Bujari 3316, Muslim2012).
La cacería se permite en origen; pero no debe ser exagerada de modo que distraiga de la fe y la familia, o sea causa de despilfarro, descuidada y ostentosa. En un hadiz dice: “Quien vive en el desierto, se vuelve duro de corazón, y quien sigue la presa (para cazar) se preocupa por ella (y descuida otros deberes).” (Abu Dawud 2859).
En origen, se pueden cazar todos los animales y comerlos, menos los que las evidencias nos muestren que son prohibidos, como los depredadores ─lobos, zorros─, las aves rapaces, como las águilas, y los venenosos, como víboras, etc.
Es permitido cazar animales terrestres y acuáticos todo el año. No hay diferencia si es día de yumua, Ramadán o los meses sagrados, etc. Sin embargo, se prohíbe cazar dentro de los recintos de La Meca y Medina, está prohibido cazar animales que sean propiedad de otros, y al peregrino se le prohíbe cazas animales salvajes.
Es requisito que el cazador sea musulmán, que diga la basmala, que cace con perros o aves entrenados. Si el ave vuela por su cuenta o la bala sale sin querer, no podrá comer esa presa a menos que la alcance y la degüelle antes de morir.
Es requisito que la presa muera por la herida que le causa el cazador y no por asfixia, ahogamiento, golpes o precipitación. Si se alcanza la presa con vida, debe ser degollada de acuerdo con la Shari’a.
Es pecado matar animales por diversión, como quien mata y no come o quien mata para entretener o quien mata una ave amarrada para adiestrarse en cacería.
Ibn Omar pasó por un grupo de muchachos de Quraish que habían atado un ave y le disparaban, y regalaban cada flecha errada al dueño del ave. Cuando vieron a Ibn Omar se dispersaron. Ibn Omar dijo: “¿Quién hizo esto? ¡Al-lah maldiga a quien lo hizo! El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, maldijo a quien toma un ser vivo como blanco de tiro” (Al Bujari 5515, Muslim 1958).
Es pecado apuntar a otros con un arma, aunque sea broma. En un hadiz dice: “Nadie de ustedes le apunte a su hermano con un arma, pues no sabe si Satanás la hace salir de su mano y eso lo lleva al Infierno” (Al Bujari 7072, Muslim 2617); y en otro hadiz: “A quien le apunta a su hermano con un hierro, los ángeles lo maldicen hasta que lo deja, aunque sea su hermano de padre y madre” (Muslim 2616).
Quien caza debe conocer las leyes de la cacería, las reglas de seguridad para sí mismo y para los demás. Hay preceptos relacionados con el modo de degollar legalmente a un animal, el uso de perros adiestrados y cómo disponer de las presas. Debe consultar a los expertos al respecto.
Todos los alimentos son lícitos en origen, excepto los que indiquen las evidencias como prohibidos.
Comidas y bebidas prohibidas:
Son permitidas las plantas y frutos del campo y los mercados; pero el musulmán no debe comer lo que le daña o lo que no se sabe si está podrido.