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La lección La fe en los nombres y atributos divinos
La fe en los nombres y atributos de Al-lah
El Corán insiste en dar a conocer a las criaturas quién es su Señor y Creador; ha repetido esto en numerosas aleyas, pues el musulmán debe conocer a su Señor a través de Sus nombres y atributos sublimes a fin de que Lo adore con conocimiento y aplicando las implicaciones prácticas de estos nombres y atributos en su vida y su adoración.
El musulmán cree en todo lo que Al-lah afirma sobre Sus nombres y atributos del modo apropiado a la gloria divina.
Al-lah tiene los mejores nombres y más perfectos atributos. Nadie se compara a Él en Sus nombres y atributos. Al-lah dijo: {No hay nada ni nadie semejante a Al-lah, y Él todo lo oye, todo lo ve} [Corán 42:11]. Al-lah no se compara con ninguna de Sus criaturas en ninguno Sus nombres y atributos.
Ahora vamos a exponer algunos de los excelsos nombres de Al-lah
Ar-Rahmán Ar-Rahím
Estos son los dos nombres con que Al-lah inició el primer capítulo del Corán y es lo primero con lo que se presentó a Sus siervos. Con estos dos nombres inician los capítulos del Sagrado Corán (Bismil-lah ir-rahmán ir-rahím) excepto el capítulo At-Tawba, “El arrepentimiento”.
Al-lah nos dijo gentilmente que se prescribió a Sí mismo la misericordia, y esta abarca todo: la misericordia de una criatura por otra, la de la madre por su hijo, la provisión de alimento para las criaturas no es sino una consecuencia de la misericordia de Al-lah por Sus criaturas, tal como dijo: {Observa las huellas de la misericordia de Al-lah, cómo da vida a la tierra después de haber estado muerta por la sequía} [Corán 30:50].
Omar Bin Al Jattáb, que Al-lah esté complacido con él, relató: “Le llevaron unos prisioneros al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Entre ellos había una mujer lactante que de pronto encontró un niño entre los prisioneros, lo puso en su regazo y lo amamantó. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos dijo: ‘¿Les parece que esta mujer lanzaría a su hijo al fuego?’; dijimos: ‘No, si es por ella, no’; y él agregó: ‘Pues Al-lah es más Misericordioso con Sus siervos que esta madre con su hijo’” (Al Bujari 5999, Muslim 2754).
La misericordia del creador por Sus criaturas es algo superior y más sublime de lo que nos podamos imaginar o medir. Si los seres humanos supiesen la magnitud de la misericordia de Al-lah, ninguno dejaría de tener esperanzas de recibirla.
La misericordia de Al-lah es de dos tipos:
Y el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Las obras (por sí solas) no harán entrar a nadie al Paraíso”. Le dijeron: ‘¿Tampoco a ti, Mensajero de Al-lah?’ y él respondió: “Tampoco a mí, excepto que Al-lah me cubra con Su misericordia” (Al Bujari 6467, Muslim 2818).
A mayor obediencia y devoción del humano a su Señor, mayor será su mérito sobre esta misericordia, tal como dijo Al-lah: {La misericordia de Dios está cerca de los que hacen el bien} [Corán 7:56].
As-Samí’ Al Basír
Al-lah oye todas las voces con distintos idiomas y necesidades, en susurros o voz alta. Algunos ignorantes creían que Al-lah no oye sus conversaciones secretas; por eso Al-lah reveló la siguiente aleya censurándolos: {¿Acaso piensan que no escucho sus secretos y murmuraciones? Claro que sí, y Mis [ángeles] enviados registraban sus acciones} [Corán 43:80].
Al-lah ve todo, aunque sea lo más mínimo y minúsculo, no se le oculta nada. Abraham le reclamó a su padre por adorar ídolos que no ven ni oyen, como Al-lah dijo en el Corán: {¡Oh, padre mío! ¿Por qué adoras a lo que no oye ni ve ni puede beneficiarte en absoluto?} [Corán 19:42].
Cuando el humano aprende que Al-lah es Omnisapiente y Omnividente y que no escapa a Su sabiduría ni un átomo en los cielos ni en la Tierra, sabrá que Al-lah lo vigila, por lo que evitará mentir o calumniar y evitará cometer pecados que enojen a Al-lah, dedicando su potencial a lo que complace a Al-lah, pues Él conoce su vida secreta, su vida pública y su interior. Por esto dijo el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “La excelencia es que adores a Al-lah como si lo vieses, pues, aunque no lo veas Él te ve” (Al Bujari 4777, Muslim 9).
Al-lah tiene vida absoluta sin principio ni final, sin defectos ni faltas, Al-lah está libre de ellas, santificado sea. Su vida implica la perfección de Sus atributos de sabiduría, oído, vista, poder, voluntad, etc. Un ser así merece ser adorado inclinándose ante Él y encomendándose a Él. Al-lah dijo: {Encomiéndate al Viviente Inmortal} [Corán 25:58].
El nombre de Al-lah Al Qaiúm indica dos cosas:
Por eso es especialmente relevante juntar estos dos nombres sublimes en los ruegos y plegarias, pues el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, decía en sus plegarias: “Viviente y Sustentador, pido que me asistas con Tu misericordia” (At-Tirmidhi 3524).