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La lección Descripción de la ‘Umra
La ‘Umra es adorar a Al-lah circunvalando la Ka’ba, haciendo sa’i entre Safa y Marwa, luego raparse o recortarse el cabello.
Precepto de la ‘Umra
La ‘Umra es obligatoria para quien puede una vez en la vida. Después de eso es recomendable hacerla o repetirla según sea posible.
Al-lah dijo: {Completen la peregrinación mayor y menor en honor a Dios} [Corán 2:196].
Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, relató que le dijo al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él,: “Mensajero de Al-lah, ¿las mujeres tienen obligación de combatir en las guerras justas (Yihád)?”; y él respondió: “Sí, un Yihád sin combate: el Hayy y la ‘Umra” (Ahmad 25322, Ibn Maya 2901).
Virtudes de la ‘Umra
La ‘Umra está prescrita en cualquier época del año, y en los meses del Hayy es mejor. La ‘Umra en Ramadán tiene su recompensa multiplicada y equivale a un Hayy. Ibn ‘Abbás, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Una ‘Umra en Ramadán equivale a un Hayy conmigo” (Al Bujari 1863, Muslim 1256).
Descripción de la ‘Umra
Quien desea hacer la ‘Umra debe desvestirse, bañarse, perfumarse la cabeza y la barba, y vestir las prendas del ihrám.
Luego reza en el miqat; si toca un rezo fard lo hace, caso contrario reza dos rak’at si desea. Luego, confirma su decisión de hacer la ‘Umra en su corazón y dice: “Labbaik Al-lahumma ‘Umra” (Señor, respondo a Tu llamado con una ‘Umra).
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Cuando entre a la Mezquita Sagrada debe hacerlo primero con el pie derecho y pronunciar la súplica especial al entrar a una mezquita. Al llegar a la Ka’ba suspende la talbia antes de iniciar el tawáf. Se recomienda el idtibá’ a los hombres, que consiste en poner el centro de su ridá bajo su axila derecha y ambos extremos sobre su hombro izquierdo.
Luego se dirige hacia la piedra negra e inicia el tawáf, tocando la piedra negra con su mano derecha y besándola; si no puede hacer esto, se para en dirección a la piedra y la señala con su mano. Hace las circunvalaciones teniendo la Ka’ba a su izquierda. Se debe dar siete vueltas, y el hombre hace raml en las tres primeras, este raml consiste en un trote ligero de pasos cortos.
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Cada vez que pasa frente a la piedra negra pronuncia el takbir y dice en el resto de su tawáf lo que desee de súplicas, alabanzas y recitación del Corán.
Cuando completa las siete vueltas de su tawáf, viste bien su ridá y se dirige atrás de maqám Ibrahim o cualquier otro lugar de la mezquita. Allí rezará dos rak’at; en la primera recita después de Al Fátiha la sura 109, y en la segunda la sura 112.
Luego se dirige a hacer el sa’i. Cuando llega a As-Safa recita: {[El recorrido entre los montes de] As-Safa y Al Marwa es un rito establecido por Dios} [Corán 2:158], y dice: “Inicio con lo que Al-lah inició”.
Inicia su sa’i desde As-Safa. Se sube a la colina y mira en dirección a la Ka’ba, eleva sus manos, alaba a Al-lah y suplica. Entre lo que solía decir el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, está: “La iláha il-lal-lah wahdahu la sharika lah. Lahul mulku wa lahul hamdu wa huwa ‘ala kul-li shaiin qadir. La iláha il-lal-lah wahdah. Anyaza wa’dahu wa nasar ‘abdahu wa hazama al ahzába wahdah”, luego agrega las plegarias que desee y repite eso tres veces.
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Luego desciende de Safa y se dirige a Marwa hasta que llega a las dos señales verdes, entre las cuales se recomienda al hombre correr con prisa y a la mujer no.
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Luego prosigue su camino hasta Marwa y la escala: luego dirige su mirada a la qibla, levanta sus manos e invoca del mismo modo que lo hizo sobre sobre Safa, excepto que no recita la aleya ni dice: “Inicio con lo que Al-lah inició”.
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Luego desciende de Marwa y se dirige a Safa. Cuando llega a las señales verdes corre entre ellas y hace en Safa como hizo en Marwa, y así hasta completar siete recorridos. Cada ida es un recorrido y cada vuelta es un recorrido; y se recomienda en todos los recorridos aumentar las plegarias y ruegos como pueda y estar en estado de purificación de ambos hadaz.
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Cuando el peregrino termina el sa’i, va y se rapa su cabeza o recorta su cabello. Para el hombre es mejor raparse, aunque recortarse es también bueno.
Abdul-lah Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, relató que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Al-lah, ten piedad de los rapados”, y le dijeron: “¿Y los recortados, Mensajero de Al-lah?”, él repitió: “Al-lah, ten piedad de los rapados”; le volvieron a decir: “¿Y los recortados, Mensajero de Al-lah?”, entonces él dijo: “Y de los recortados” (Al Bujari 1727, Muslim 1301).
La mujer junta su cabello y se lo recorta un par de centímetros. Cuando hace eso ya completó su ‘Umra y puede disfrutar de las cosas prohibidas por el ihrám.