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La lección Al hiba
Al-lah es Generoso y ama la bondad y la generosidad. El Mensajero de Al-lah era la persona más generosa, solía aceptar regalos y animar a la gente a aceptarlos y a darlos. El obsequio de bienes era una de las acciones que más amaba.
Ceder inmediatamente la propiedad de un objeto a otra persona sin pedir nada a cambio.
En la expresión "ceder… la propiedad" hay una indicación de que al hiba es una transacción de trasferencia de propiedad.
La expresión "objeto" se refiere cualquier objeto físico, tenga o no tenga valor económico.
La expresión "ceder la propiedad de un objeto" es para dejar fuera del concepto al "obsequio de beneficios" por dos motivos:
La expresión "ceder la propiedad de un objeto" es para dejar fuera del concepto al perdón de una deuda, aunque sea con una expresión que indique obsequio, pues el perdón de una deuda es anular un derecho.
El término "hiba" tiene el significado de "hadía" (presente) y "'atía" (dádiva), y los tres términos hacen referencia a la bondad y la excelencia, la relación fraternal y los favores.
La norma que rige en al hiba
La hiba es recomendable pues acerca los corazones de la gente, es causa para ganar una gran recompensa de Al-lah y establece el cariño y el amor entre las personas. La recomendación de practicar la hiba se encuentra en el Corán, en la Sunna y el consenso jurídico.
La Shari'a la promueve por su naturaleza de purificar las almas de la avaricia, la mezquindad y la ambición materialista, además de unir los corazones y fortalecer los lazos fraternales entre la gente ─en especial porque puede haber conflictos o enemistades con familiares, vecinos o ajenos─ y por virtud; entonces, viene la hiba para purificar los corazones y anula todo lo que causa distanciamiento entre la gente.
Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, dijo: "El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía aceptar regalos y solía regalar en reciprocidad" (Bujari, 2585).
Ibn 'Abbás, que Al-lah esté complacido con él, relató: "El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era la persona más generosa. El tiempo en que se ponía más generoso era en Ramadán cuando se encontraba con Gabriel. El ángel solía visitarlo por las noches de Ramadán para repasar con él el Corán. Entonces, el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era más generoso y hacía más bien que los vientos frescos" (Bujari, 6; Muslim, 2308).
Pilares de la hiba:
Hay consenso entre los juristas sobre que la propuesta es un pilar de la hiba, pero no se han puesto de acuerdo en lo demás. La hiba se hace efectiva con la proposición solamente (que es la expresión de algo que indique la donación de parte del donante) pero el beneficiario de lo obsequiado no lo posee sino después de aceptar el obsequio y tomar posesión de él. Entonces, la aceptación y la posesión no son pilares de la transacción sino consecuencia efectiva del mismo.
Requisitos para la validez de la hiba:
Los juristas no se pusieron de acuerdo en poner como requisito que lo obsequiado sea algo definido y no ignorado, además de que lo obsequiado se pueda dividir.
Si alguien le obsequia un regalo a una autoridad, funcionario público o similares, para obtener un beneficio, este no puede recibirlo. Este obsequio es prohibido para el que obsequia y el beneficiario del obsequio, pues se trata de un caso de soborno (rishwa), y quien la da o la recibe está maldito.
Y si alguien le obsequian algo a una autoridad para que detenga su opresión contra él o para que le dé su justo derecho, entonces el obsequio es prohibido para quien lo recibe pero es permitido para quien lo da, pues está buscando preservar su justo derecho y evitar la maldad del que lo recibe.
Humaid As-Sa'idi, que Al-lah esté complacido con él, dijo: "El Profeta, que Al-lah esté complacido con él, puso como funcionario recaudador del zakat a un hombre de Bani Asad al que le dicen Ibn ul Utabía. Cuando el hombre volvió de recaudar, dijo: 'Esto es para ustedes y esto me lo obsequiaron'. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se levantó sobre el púlpito, alabó a Al-lah, Lo glorificó y dijo:"¿Qué le pasa a un funcionario al que enviamos (a recaudar zakat) y vuelve y dice: 'Esto es para ustedes y esto es para mí'? ¿Por qué no va y se sienta en la casa de su papá y su mamá a ver si vienen a regalarle cosas? Juro por Aquel en cuya mano está mi alma, cualquier cosa que reciba como soborno la vendrá cargando el Día de la Resurrección sobre su cuello, aunque sea un camello bramando, una vaca mugiendo o una oveja balando'. Luego levantó sus brazos hasta que vimos la blancura de sus axilas y dijo: '¿Acaso no les he comunicado?', tres veces" (Bujari, 7174; Muslim, 1832).